Después de una larga parada durante las vacaciones de navidad, he vuelto con un gratificante trabajo, como es darle una segunda vida a un viejo porta-fotos.
Lo compre en un mercadillo de segunda mano, y ya llevaba tiempo guardado sin saber que hacer exactamente con el. Pero las largas paradas hacen que de repente te venga la inspiración y te pongas con ello de nuevo.
Desmonte el porta-fotos y le quite el cristal, ya que no le voy a usar (lo guardo para otra idea en la que le daré un nuevo uso).Después de elegir los papeles que usaré los recorté con la mano adaptándolos a la medida de la madera que sostiene el cristal, y los pegare con cola sobre ella.
Entinte un esquinero de madera con mis inseparables distress y lo pegue.
Dibujé algunas sombras con unas pinturas acuarelables que difumine con los dedos y agua. Y como no!!!, entre tanta pintura, tintas,papeles y barullo en mi mesa, me tomo un respiro y de paso un rico chocolate con unos mini marshmallows jejejejejejeje. Tenia guardados unos rubons en tono rojo de hace bastante tiempo, los cuales para aplicarlos me costo un poco. Os aconsejo que no los guardéis mucho tiempo para evitar estas cosas. Los otros los compré recientemente y no me dieron ningún problema. Terminé el vestido, y aun tengo que aprender mejor la técnica del origami, ya que para poder doblarlo sin dificultad tuve que humedecer el papel un poco.
Poco a poco esto va tomando forma!!! y ahora le toca al marco de madera, para el que utilicé como veis Chalki, pintura a la tiza en blanco antiguo. Cuando esta pintura lleva tiempo sin usarse empieza a espesar y se hace complicado aplicarla. Hoy probé a echarle un poco de agua y... Voila!!! como nueva!!!. Le di dos manos y una vez seca, con pañuelos de papel le extendí una ligera capa de betún de judea.
Y finalmente....enmarcado. Ahora hay que buscarle un sitio. Tengo que hacer alguno mas, y practicar algo con los vestidos, pero de momento este, no esta mal ¿verdad?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario